El mercado no existe como cosa, como no existe la nación,
la sociedad o la patria. El mercado, como la nación, la patria, o la sociedad,
existen en cuanto a su condición de medios para el logro de determinados fines
y/o objetivos. Existen en función de esos objetivos y no como entes en si
mismos. El mercado existe desde el momento en el que el hombre tiene necesidades
y debe satisfacer tales necesidades por medio de otros hombres. El hombre
es medio y fin del mercado al mismo tiempo. El mercado, tanto como la economía
son inventos del hombre para el hombre. Sin embargo el mercado no asegura
la eterna felicidad de nadie, pero sin embrago sus críticos le reprochan que
no lo haga, como si tales críticos hubieran encontrado un sistema mejor o
superior que colma las necesidades materiales y espirituales de todo el mundo
El mercado es un proceso por el cual la gente intercambia valores, el mercado
se trata de un proceso de intercambio de valores, cuyos protagonistas como
queda dicho somos nosotros mismos. Todos nosotros, en la medida que nadie
puede vivir en una economía (de cualquier tipo) sin intercambiar valores.
No es necesaria la presencia de un medio común de intercambio, como puede
ser la moneda, para estar en presencia de un mercado. En la época del trueque
ya había mercado, de manera tal que no se trata de un proceso novedoso. Sin
embargo el proceso de mercado adquirió un nuevo significado y una nueva dinámica
cuando aparece el sistema social basado en la cooperación humana que recibe
el nombre de capitalismo. El medio de intercambio agiliza las transacciones
mercantiles y le da una entidad global al proceso de mercado. El mercado forma
parte de uno de los requisitos para que pueda existir cálculo económico en
la sociedad mercantil. Todos participan del mercado, pobres y ricos, cada
uno en la proporción de sus patrimonios. Hay tantos tipos de mercado, en la
medida que exista libertad como recursos posee la gente. El mercado se adapta
a los bolsillos de cada uno. No hay escasez en el mercado libre. El mercado
libre produce riqueza y eso es un poderoso atractivo para los gobiernos intervencionistas
y socializantes. Los países socialistas y comunistas no tienen mercado. Lo
que ellos llaman "mercado" es un conjunto de operaciones dirigidas por el
estado (gobierno), de donde se concluye que el mercado no es lo que quiere
la gente sino lo que los burócratas gobernantes quieren. El mercado no existe
como cosa, ni como hipóstasis.