El desarrollo social es el término aplicado al desarrollo
económico y social que permite hacer frente a las necesidades del presente,
sin poner en peligro la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus
propias necesidades. Los límites para el desarrollo no son absolutos, sino que
vienen impuestos por el nivel tecnológico y de organización social, su impacto
sobre los recursos del medio ambiente y la capacidad para absorber los efectos
de la actividad humana. Es posible mejorar tanto la tecnología como la organización
social, para abrir paso a una nueva era de crecimiento económico sensible alas
necesidades ambientales. Durante las décadas de 1970 y 1980, empezó a quedar
cada vez mas claro que los recursos naturales estaban dilapidándose en nombre
del "desarrollo". Fue necesario reconocer que la velocidad del cambio era tal,
que superaba la capacidad científica e institucional para ralentizar o invertir
el sentido de sus causas y efectos. La especie humana continúa agotando el capital
natural de la tierra. Los gobiernos adoptan el concepto de desarrollo sostenible
y organizan estructuras nuevas, más equitativas, que empiezan a cerrar el abismo
que separa a los países ricos de los pobres. El desarrollo sostenible no es,
sin embargo, un estado inmutable de armonía, sino un proceso de cambio